De origen animal o vegetal, los aceites y saldas se caracterizan por una gran variedad de productos con o sin presencia de trozos.
Garantizar las «buenas prácticas de fabricación» durante toda la cadena de producción y de embalaje requiere adaptarse a las variaciones de las viscosidades y temperaturas, a un PH en ocasiones agresivo, dominando siempre los riesgos alérgenos (limpieza y contaminación cruzada).
- Protección contra la oxidación rápida
- Control y limitación del riesgo alérgeno
- Reducir el impacto medioambiental y en particular el consumo de agua y de productos químicos