Las bebidas refrescantes sin alcohol, con o sin gas, son productos de gran consumo y ofrecen una gama de sabores cada vez más amplia que responde a la evolución de nuestro consumo.
Aguas, zumos de frutas, siropes o refrescos, normas de seguridad sanitarias definen sus naturalezas y sus composiciones desde la fabricación al embalaje.
- Facilitar y fiabilizar el respeto de las normativas de seguridad alimentaria
- Garantizar la perfecta limpieza de los equipos
- Reducir el impacto medioambiental: reducción del consumo de agua y de productos químicos